miércoles, 24 de abril de 2024

Irán humilló al sionismo y cambió las reglas



Damasco, 19 abr (SANA) 

Muchos esperaban que una respuesta iraní dejaría a “Israel” como el régimen sionista ha dejado a Gaza. De ahí que creyeran tan fácilmente el estribillo de la prensa corporativa diciendo que la operación ‘Promesa Verdadera’, como ha sido llamada en español, fue un fracaso.

Es todo lo contrario. Con su respuesta, Irán ha cambiado las reglas de Asia Occidental y del Norte de África para siempre.

La lógica del gobierno sionista

Los sionistas han perdido en Gaza. No han logrado acabar con Hamás; no han recuperado a los rehenes, o los han matado, y han retirado a la mayoría de sus tropas de la franja. Para ocultar la derrota, se han dedicado a masacrar civiles, pero esto los ha convertido en un Estado paria.

Además, la economía israelí está en crisis. La población israelí está, cada vez más, harta del gobierno de Netanyahu, sobre quien pesan acusaciones de corrupción. Su destino probable, si sale del gobierno, es la cárcel. Por ello, su intención de escalar la guerra.

Los sionistas han perdido en Gaza. No han logrado acabar con Hamás; no han recuperado a los rehenes, o los han matado, y han retirado a la mayoría de sus tropas de la franja. Para ocultar la derrota, se han dedicado a masacrar civiles.

Su primer intento fue contra Hezbolá y fracasó. Finalmente, le quedaba la última carta: provocar a Irán para arrastrar a EE.UU. en la guerra. Por ello, bombardearon el consulado y, de nuevo, les salió mal la jugada.

La respuesta iraní

Fue una respuesta por etapas. Tal vez la mejor manera para entender la lógica iraní la dio el historiador Shivan Mahendrarajah, quien utiliza la leyenda del “síndrome de la rana hirviendo” para hacer una analogía con la estrategia de Teherán.

¿Cómo los iraníes hierven una rana? Mahendrarajah responde: “lenta y metodológicamente”.

Irán inició una estrategia con sus aliados del llamado Eje de la Resistencia para “hervir” al régimen sionista lentamente. En paralelo, los iraníes han desarrollado su capacidad militar. Por ello, durante años, el régimen sionista, en coordinación con EE.UU., ha asesinado a científicos y altos mandos militares, pero Irán “ponía la otra mejilla” y dejaba pasar las agresiones.

El ataque al Consulado iraní en Damasco, que es territorio soberano iraní y en el que asesinaron a altos mandos de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), fue una línea roja que no se quedaría sin respuesta. En especial, luego de que el Consejo de Seguridad de la ONU no condenara lo sucedido.

Durante 12 días, el mundo estuvo en vilo. Mientras tanto, los iraníes preparaban el terreno para la respuesta. Hoy sabemos que estuvieron en coordinación con Rusia y dieron aviso de 72 horas a sus vecinos, pero lo más importante era asegurar que EE.UU. no ese involucrara.

A través de Omán, le indicaron al gobierno de EE.UU. sus planes. Les dijeron que los objetivos serían militares dentro de Palestina Ocupada y que no afectaría sus bases. Los estadounidenses aceptaron. El ataque al Consulado iraní se hizo sin su consentimiento y Netanyahu se está convirtiendo en un lastre para los planes de reelección de Biden.

El 13 de abril, Irán comenzó su respuesta con una acción que más pareció un mensaje a EE.UU. Por la mañana, la fuerza naval de los CGRI capturó el barco MSC Aries, de propiedad del israelí Eyal Ofer, en el Estrecho de Ormuz, un punto neurálgico del comercio internacional en especial para el petróleo y gas natural.

Alterar el tránsito ahí podría disparar los precios, algo que el gobierno estadounidense no se puede permitir en año electoral. De este modo, Irán demostró que, con muy poco, podía hacerle mucho daño y que lo mejor era no entrometerse.

La humillación al régimen sionista.

Por la noche, los iraníes respondieron a los sionistas. Lo hicieron en tandas.

Primero, lanzaron entre 200 y 300 drones Shahed-13. Estos son los más lentos y ruidosos posibles, que tardaron horas en llegar a Palestina Ocupada. El tiempo suficiente para que los sionistas prepararan sus sistemas de defensa para derribarlos. Justo lo que esperaban los iraníes.

Con esta acción, entregaron información de inteligencia valiosísima a los CGRI. Además, gastaron millones en defenderse de drones que no pasan los 10.000 dólares. Fue otro golpe a su alicaída economía. Según los mismos israelíes, esa noche gastaron 1.100 millones de dólares en defenderse y aún no se sabe cuánto gastaron sus aliados. El gasto de Irán fue bastante más austero.

Segundo, mientras caían los drones, llegaron los misiles balísticos Emad y Jeiber Shekan, cuyo fin era confundir a los sistemas de defensa y, finalmente, en medio del caos, llegaron los misiles de crucero Paveh, que impactaron en las tres bases áreas que los israelíes habían determinado con antelación: Monte Hermón, Ramón y Nevatim. De la última salieron los F-35 que destruyeron el Consulado en Damasco.

Según el analista militar, Scott Ritter, la base aérea Nevatim tenía el prestigio de ser uno de los puntos mejor defendidos contra misiles balísticos, al tener el radar estadounidense AN/TPY-2. Cuando se supo que el ataque era inminente, Netanyahu declaró que estaban preparados y que los sistemas de defensa estaban listos. Irán demostró que podía quebrarlos sin tocar su armamento más moderno.

Los reportes de cuántos misiles impactaron son confusos. El régimen sionista no dirá la verdad; mientras que al gobierno iraní no le interesa. Lo primordial era dejar el mensaje: si queremos, te destruimos. “Israel” ha construido su poder con base en la idea de que tienen una tecnología superior que los protege contra todo. Irán destruyó ese mito.

Con la operación Promesa Verdadera, Irán ha cambiado las reglas de juego. Han advertido que la era de atacar sin obtener respuesta, terminó. En adelante, si atacan a Irán o a cualquier iraní, donde sea que esté, la respuesta será diez veces más fuerte y hacia el sector de Palestina ocupada por el régimen sionista.

Con la operación Promesa Verdadera, Irán ha cambiado las reglas de juego. Han advertido que la era de atacar sin obtener respuesta, terminó.

Le han quitado la “carta iraní” que los sionistas querían usar para involucrar a EE.UU. Los estadounidenses sí entendieron el mensaje y han dicho a los israelíes que no los apoyarán en un ataque contra Irán.

Los países de la zona también han tomado nota, en especial, Jordania. Irán les ha hecho saber que, si facilitan algún ataque hacia Teherán, ellos también serán atacados. Por ello, todos, salvo Jordania, o cerraron su espacio aéreo o anunciaron que no permitirían el uso de bases en su territorio para atacar a Irán.

Que EE.UU. haya permitido el ataque a “Israel” a cambio de que no toquen sus bases, también les hará repensar su relación.

La contención del sionismo

Ahora, un “Israel” acostumbrado a la impunidad deberá ubicarse de nuevo en el tablero geopolítico. Durante la madrugada de hoy, 19 de abril, al parecer, lo intentó.

La prensa empezó a reportar explosiones en Siria, Irak y en Irán. Se empezó a decir que “Israel” estaba atacando a Irán. Por un momento, todos pensamos que empezaba la Tercera Guerra Mundial.

Resultó ser un ataque con micro drones que fueron rápidamente derribados. Más ruido hizo la activación de los sistemas de defensa iraníes.

No se entiende qué quisieron hacer, pero fue una humillación más para los sionistas. Tal vez, este sea el “Israel” de verdad, sin el apoyo estadounidense. El tiempo lo dirá.

A los sionistas, para sobrevivir, solo les queda enfrentar a la Resistencia Palestina y a Hezbolá a los que no les pueden ganar; mientras que Ansar Allah, en Yemen, seguirá estrangulándolos económicamente con el bloqueo. Por otro lado, mientras más civiles palestinos maten, el mundo los odiará más. Su economía tampoco resistirá. Su tiempo está contado.

Mientras, por detrás, Irán seguirá coordinando los esfuerzos del Eje de la Resistencia. No pueden pelear la guerra de liberación de Palestina, pero la apoyarán hasta el triunfo.

Así, Irán, en coordinación con sus aliados, “hervirá” lentamente a la rana sionista.

Fuente: RT

Los misiles hipersónicos de Irán restituyen su 'deterrence' (disuasión por el terror) con Israel


MEDIO ORIENTE :: 18/04/2024

ALFREDO JALIFE-RAHME

Israel creyó que podría lanzar un golpe contra Irán sin sufrir consecuencias. Esto ya se acabó, pese a que Irán en forma deliberada no infligió una acción extremadamente letal

[Foto: militar israelí posa junto a los restos de un misil balístico iraní.]

La esperada represalia de Irán fue muy telegrafiada 72 horas antes y hasta calibrada, según Financial Times, temerosa del disparo del precio del petróleo.

Larry Johnson, ex agente de la CIA, comentó que pese a la insistencia occidental de que Irán fracasó –la cantaleta de los palafreneros de la guerra de propaganda de Occidente, cuyos multimedia son en su gran mayoría controlados por el “lobby de Israel”–, Irán operó lo que planeaba hacer en Israel y demostró una notable capacidad sofisticada, con ojivas maniobrables.

El rotativo más popular de Israel, Yediot Aharonot, criticó el fracaso estratégico de Israel, mientras The Washington Times alega la “fracasada deterrence” de la administración Biden en impedir el conflicto entre Irán e Israel” (https://lahaine.org/gH5k).

Hayman Tamir, director del think tank israelí Institute for National Security Studies, expresó que Irán fue capaz de dañar al régimen israelí sin que EEUU se implicara en un contrataque –por cierto, el anhelo del premier Netanyahu.

Ilya Tsukanov, de Sputnik –de Rusia, una de las tres superpotencias de misiles hipersónicos, al unísono de China e Irán– informa que los multimedia iraníes confirman el uso de los indetectables misiles hipersónicos.

PressTV de Irán exhibió con lujo de videos que todos los misiles hipersónicos usados tuvieron éxito en golpear sus objetivos: las muy importantes bases aéreas de Nevatim, donde están instalados los F-35, y Ramon: muy cerca de la clandestina planta nuclear de Dimona.

PressTV alardea que Irán se encuentra entre los muy pocos países que poseen la tecnología de producir misiles hipersónicos que pueden viajar a velocidades asombrosas y golpear sus objetivos con gran precisión.

Otras fuentes iraníes exponen que sus misiles hipersónicos (Fattah 2) golpearon una gran base militar secreta del Mossad en las Alturas del Golán, que pertenecen a Siria y han sido anexadas por Israel –se maneja que pudieron cobrar la vida de 44 espías– y hasta un edificio del Mossad en Tel Aviv.

Más allá de la guerra de propaganda que domina el “lobby israelí” en Occidente, que exulta la hazaña de Israel, ayudado por EEUU, Gran Bretaña, Francia y hasta Jordania, de haber derribado 99 (¡sic!) por ciento de la panoplia de drones/misiles crucero/misiles balísticos de Irán, el ex marine funcionario de espionaje de EEUU Scott Ritter –que se hizo célebre al desmentir las mendacidades de Baby Bush y las armas de destrucción masiva que nunca existieron de Saddam Hussein– asevera que “Irán restituyó la deterrence” (viene del latín deterrere: disuasión por el terror) para mantener a Israel y a EEUU en jaque cuando Israel creyó que podría lanzar un golpe contra Irán sin sufrir consecuencias. Esto ya se acabó, pese a que Irán en forma deliberada no infligió una acción extremadamente letal contra Israel. ¡Fue un mensaje disuasivo, más que un ataque!

El connotado analista militar ruso Andrey Martyanov explayó que Israel resultó un tigre de papel frente al inmenso triunfo estratégico de Irán, que se coloca como el principal líder del mundo musulmán de mil 800 millones de feligreses. Yo aquí matizaría, a pesar de que Irán no posee bombas nucleares, lo cual le inventa continuamente Israel, quien detenta más de 300 bombas nucleares clandestinas en Dimona (ex presidente Carter dixit).

El 14 de abril, Medio Oriente amaneció con una nueva ecuación geopolítica en la que irrumpió Irán con su panoplia de nueve misiles hipersónicos lanzados que mantuvo en secreto, cuando todavía no usa su arsenal de avanzada tecnológica.

Irán mantiene en pausa su verdadera arma económica: el cierre del Estrecho de Ormuz, que provocaría una crisis global con el alza imparable del petróleo.

Mientras Israel rumia su ojo por ojo y diente por diente, el coronel Douglas McGregor teme la probabilidad de que el premier Netanyahu lance sus bombas nucleares contra Irán (https://bit.ly/3Q6vog3).

alfredojalife.com


Texto completo en: https://www.lahaine.org/mundo.php/los-misiles-hipersonicos-de-iran 

La independencia de los bancos centrales como estrategia de la guerra de clases


John Clarke 

14/04/2024

Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicó recientemente en su blog un artículo sobre la necesidad de "reforzar la independencia de los bancos centrales para proteger la economía mundial". En él, insta nerviosamente a preservar esta estrategia neoliberal clave frente a la inestabilidad económica y la amenaza de la presión política.

A Georgieva le molesta que:

"...los banqueros centrales se enfrentan hoy a muchos desafíos a su independencia. Crecen las peticiones de recortes de los tipos de interés, aunque sean prematuros, y es probable que se intensifiquen cuando la mitad de la población mundial vote este año. Aumentan los riesgos de interferencia política en la toma de decisiones de los bancos y en los nombramientos de personal. Los gobiernos y los banqueros centrales deben resistir estas presiones".

Es de suponer que Georgieva insta con toda seriedad a sus lectores a "considerar lo que los bancos centrales independientes han logrado en los últimos años". A continuación, expone una lista de todo lo que los bancos centrales han hecho para mantener un nivel de estabilidad para el capitalismo global que, en lo que a ella respecta, es sinónimo de bienestar para las poblaciones de clase trabajadora.

Política monetaria

Según Georgieva, durante la pandemia, los banqueros centrales garantizaron una "flexibilización monetaria agresiva que ayudó a evitar un colapso financiero mundial y a acelerar la recuperación". Sin embargo, cuando "la atención pasó a centrarse en el restablecimiento de la estabilidad de precios, los bancos centrales endurecieron adecuadamente la política monetaria, aunque en distintos plazos. Su respuesta ayudó a mantener ancladas las expectativas de inflación en la mayoría de los países, incluso cuando el aumento de los precios alcanzó máximos de varias décadas".

Basándose en la cuestionable suposición de que las políticas de tipos de interés han calmado la inflación y la han puesto bajo control, Georgieva continúa afirmando que "su éxito hasta ahora se ha debido en gran medida a la independencia y credibilidad que muchos bancos centrales han acumulado en las últimas décadas". Incluso sugiere que la naturaleza relativamente efímera de la inflación galopante de los últimos tiempos, a diferencia de la experiencia más grave de los años setenta, es atribuible a la independencia de los bancos centrales.

Georgieva está ansiosa por disipar cualquier idea confusa de que la independencia pueda interpretarse como una falta de responsabilidad. Afirma grandilocuentemente que "para ejercer un enorme poder en las sociedades democráticas, la confianza es clave. Los bancos centrales deben ganarse esa confianza cada día, mediante una gobernanza sólida, transparencia y rendición de cuentas, y cumpliendo con sus responsabilidades básicas".

En el centro de esta confianza ganada está garantizar que "la política monetaria sea predecible y se base en la consecución de los objetivos a largo plazo encomendados, en lugar de en beneficios políticos a corto plazo. Empieza con un mandato legislativo claro que establezca la estabilidad de precios como objetivo principal". Advierte a cualquier sentimental débil que pueda poner el empleo "en el mismo pedestal" que la estabilidad de precios que sólo fracasarán en su objetivo si se atreven a interferir en el trabajo vital de los banqueros centrales.

Los gobiernos electos deberían mantenerse al margen de sus bancos centrales y evitar ser tan imprudentes fiscalmente que dificulten una política monetaria eficaz. Cuando los bancos centrales y los gobiernos desempeñan cada uno su papel, hemos visto un mejor control de la inflación, mejores resultados en crecimiento y empleo, y menores riesgos para la estabilidad financiera".

Sin embargo, lejos de limitarse a hacer comentarios desde la barrera, el "FMI está aquí para ayudar a los responsables políticos a afrontar estos retos". El organismo puede ofrecer "asistencia técnica a los miembros que trabajan para mejorar la gobernanza y los marcos jurídicos" y está siempre dispuesto a "hacer de la independencia un pilar explícito en algunos programas de financiación respaldados por el Fondo, acordando con los miembros medidas para medirla y alcanzarla".

Georgieva concluye su mensaje con un llamamiento a "preservar y fortalecer los bancos centrales para ganar la lucha contra la inflación hoy y fomentar la estabilidad económica y el crecimiento en los años venideros" porque "esto beneficiará a todos". En esta situación, con "tanto en juego, debemos preservar y reforzar la independencia de los bancos centrales".

El economista postkeynesiano estadounidense Thomas Palley ha argumentado que "la independencia de los bancos centrales es un producto de la economía neoliberal y tiene como objetivo promover e institucionalizar los intereses neoliberales". El principal cambio hacia ella "se produjo a finales de la década de 1980 y en la década de 1990, un período que fue testigo de la consolidación de la hegemonía política y económica neoliberal".

Palley sugiere que "la independencia del banco central puede considerarse como una cuasi externalización de la política de tipos de interés". Como tal, "se pone del lado de los intereses económicos del capital contra los del trabajo". Su eficacia como estrategia consiste en crear la ilusión de que la política monetaria es una cuestión puramente técnica que los gobiernos electos deberían dejar en manos de tecnócratas. Aunque los gobiernos pueden desempeñar, y de hecho desempeñan, un papel importante en la imposición de programas de austeridad, el banco central, que no tiene que rendir cuentas, está aislado del descontento popular y de la presión política y, como tal, es un medio eficaz para imponer políticas de guerra de clases.

Aunque el FMI y los bancos centrales insisten obstinadamente en que las subidas de los tipos de interés del último periodo han sido medidas prudentes que han frenado con éxito la inflación, la naturaleza de la repentina inestabilidad de los precios pone esto en tela de juicio, como han señalado diversos comentaristas. En UnHerd, Thomas Fazi se dirige específicamente al Banco de Inglaterra, señalando que "oficialmente, las acciones del Banco están encaminadas a frenar la inflación. Pero este enfoque sólo tendría sentido si la inflación actual estuviera impulsada por un exceso de demanda'.

Ha quedado bien establecido que las subidas de precios fueron impulsadas por "choques de oferta" tras la pandemia y que esto se vio agravado por la especulación oportunista en algunos sectores de materias primas. Todas las habladurías sobre una "espiral de precios y salarios" sencillamente no se basaban en ninguna evaluación honesta de la situación. En realidad, las acciones de los bancos centrales buscaban muy deliberadamente debilitar la capacidad de los trabajadores para compensar la caída de los salarios reales.

La respuesta de los bancos centrales a la crisis del coste de la vida puede considerarse más bien un ataque preventivo. En efecto, la presión inflacionista provocó un aumento de la militancia obrera en varios países. El temor de los banqueros centrales y de la clase cuyos intereses representan era que esta tendencia alcanzara niveles que pudieran amenazar la posición enormemente reforzada que habían logrado durante las décadas neoliberales. Así pues, toda la ofensiva de los bancos centrales estaba impulsada principalmente por el deseo de socavar "un aumento potencial del poder de negociación de los trabajadores".

Ágil guerra de clases

Es muy significativo que la Directora Gerente del FMI se pronuncie sobre la cuestión de la independencia de los bancos centrales en esta coyuntura. Forma parte de los esfuerzos del Fondo por "perfeccionar y adaptar las actividades básicas de la institución para ayudar a los países miembros a afrontar los retos que plantean las actuales transiciones de la economía mundial".

Georgieva y sus colegas son muy conscientes de que el capitalismo mundial es mucho menos estable que en el periodo anterior a la crisis financiera de 2008. En esta situación, el FMI desempeña un papel destacado en el desarrollo de una estrategia de guerra de clases basada en "la agilidad, la integración y la concentración en los miembros". Esto permitiría realizar un gran esfuerzo para contener los salarios, imponer la austeridad e impulsar la rentabilidad, manteniendo al mismo tiempo una estrecha vigilancia sobre las señales de peligro económico para realizar giros bruscos hacia medidas de estímulo temporales o localizadas con el fin de evitar crisis incontroladas.

En este sentido, el banco central independiente, como logro clave de las décadas neoliberales, es una herramienta indispensable. Significativamente aislado de la presión política y estrechamente vinculado al capital financiero, el banco central tiene un papel particularmente importante y despiadado que desempeñar.

Sin embargo, es poco probable que a los trabajadores de todo el mundo les convenza la insistencia del FMI en que esta dura medicina se les impone por el interés común. Los objetivos de estabilidad y crecimiento de Georgieva significarán una reducción del nivel de vida y una intensificación de la explotación. Sin embargo, esto puede revelar a su vez que los bancos centrales independientes simplemente no están lo suficientemente aislados como para escapar de la ira y la resistencia que desatan sus medidas.

 
organizador de la Coalición de Ontario contra la Pobreza dese su formación en 1990.
Fuente:
https://www.counterfire.org/article/central-bank-independence-as-class-war-strategy/
Traducción:
Antoni Soy Casals

Buscando un camino más allá del eurocentrismo y los culturalismos

 

Ideas de Samir Amin sobre modernidad, religión y democracia

Fuentes: Rebelión

El sociólogo y economista egipcio Samir Amin (1931-2018) realizó aportaciones esenciales en campos tan relevantes como el estudio de las desigualdades generadas por el capitalismo a nivel global o el diseño de estrategias para superarlas.

Tras su tesis doctoral, defendida en 1957 en París, en la que estudió teóricamente el mecanismo que originó las economías subdesarrolladas, Amin investigó la evolución de diversas naciones africanas y a partir de los 70 comenzó a analizar el capitalismo globalizado en su conjunto en trabajos como: Imperialismo y desarrollo desigual  (1976),  ¿Transformar la economía mundial? Nueve ensayos críticos sobre el nuevo orden económico internacional (1984) o La desconexión (1985), donde plantea que los países subdesarrollados deben buscar alternativas al margen del capital global y sus esquemas materiales e ideológicos.

Trabajos posteriores importantes en los que se siguen desarrollando estas ideas son:  Transformar la revolución: los movimientos sociales y el sistema mundial (1990), Gestión capitalista de la crisis (1995), Los desafíos de la globalización (1996), Espectros del capitalismo: una crítica de las modas intelectuales actuales (1999), El hegemonismo estadounidense y el borrado del proyecto europeo (2000), Globalización de la resistencia. El estado de las luchas (2002), La ley del valor globalizado (2011) o La implosión del capitalismo contemporáneo. ¿Otoño del capitalismo, primavera de los pueblos? (2012).

En algunas de sus obras, Samir Amin busca las raíces de la situación actual en la evolución ideológica de los últimos siglos, íntimamente conectada con los procesos económicos. En esta línea destaca Modernidad, religión y democracia: crítica al eurocentrismo y crítica a los culturalismos (2008; versión castellana de IEPALA en 2010), un trabajo en el que el análisis riguroso del pasado sirve para poner de manifiesto las contradicciones que lastran las estrategias emancipadoras promovidas hoy día. Mi objetivo aquí es sintetizar los aspectos esenciales y las conclusiones enormemente relevantes de este libro.

Modernidad, capitalismo y religión

La primera parte está dedicada a definir la gran ruptura que supone la Modernidad, época marcada por la irrupción de la idea revolucionaria de que los individuos y las sociedades “construyen su historia”, y ésta no surge de la voluntad de entidades sobrenaturales. Es entonces cuando se difunde la aspiración a una sociedad regida por la razón y democrática, en la que la religión esté separada del gobierno del estado.

Sin embargo, no por casualidad, este cambio ideológico crucial es simultáneo con el inicio del desarrollo del capitalismo, y las leyes de la extracción de plusvalía que Karl Marx define para éste añaden un sesgo “económicamente revolucionario” al proyecto emancipador de la razón hasta ese momento. De acuerdo con su análisis, el ideal social debe implicar, aparte de libertad e igualdad ante la ley, un cuestionamiento de la propiedad como derecho esencial del ser humano.

Lo cierto es que la dinámica del capital muestra una tendencia innata a la polarización social, evidente cuando se considera a escala global, pues las naciones empobrecidas del Tercer Mundo carecen de autonomía para revertir la situación de la que son víctimas. Nos encontramos por tanto ante un sistema de explotación impuesto en el que los desequilibrios tienden a exacerbarse sin remedio, sin que la propiedad, que resulta ser la base de todo el proceso, sea cuestionada. La realidad actual del mundo se plantea en estos términos, que deben servir de base para diseñar alternativas.

Amin considera que las religiones existentes reaccionan a los cambios socioeconómicos de formas diversas. Así, en ocasiones pueden vehicular los intentos emancipadores, como ha ocurrido en el caso del cristianismo con el movimiento husita del siglo XV, por ejemplo, o con la teología de la liberación del presente. En general sin embargo, se constata que las distintas iglesias han aportado un sólido apoyo ideológico al conservadurismo social.

La misma ambivalencia puede encontrarse en las religiones orientales, el judaísmo o el islam. En este último, se reivindica en el libro la figura de Mahmoud Taha (1909-1985), un sudanés que lideró la lucha por la independencia de su país contra el Reino Unido y defendió una teología musulmana de la liberación que podía servir a su juicio de fundamento para políticas progresistas, lo que le valió una condena a muerte por ahorcamiento.

Culturas tributarias centrales y periféricas

Para Amín, culturas tributarias son aquellas, previas al desarrollo del capitalismo, en las que opera un mecanismo esencial político-ideológico, mientras que la economía es simple y transparente y la desigualdad social se basa en la imposición de “tributos”. El capitalismo invierte esta situación, con lo que la vida económica, regida por el mercado, se vuelve oscura y compleja, mientras que lo político-ideológico pasa a estar subordinado a ella. Este cambio implica en realidad la sustitución de la alienación metafísica o religiosa, fundamento de las culturas tributarias, por una alienación económica.

El análisis histórico detallado que se realiza en el libro indica que la cultura europea se desarrolló en dos fases distintas. Hasta el Renacimiento, la mayor parte del continente constituía una cultura tributaria periférica respecto a un centro situado en la cuenca oriental del Mediterráneo, cuyas características se describen en sus etapas esenciales: Egipto, Grecia, Helenismo y cultura árabe medieval. Todas estas civilizaciones presentaban una pujanza que les permitía actuar como núcleos irradiadores en un amplio territorio.

Después del Renacimiento, el capitalismo trasladó el centro a las orillas del Atlántico, mientras que el Mediterráneo se convirtió en periferia. Este desplazamiento se disfraza convenientemente por la historiografía oficialista con el mito de una continuidad de Europa como centro de periferias africanas y asiáticas. Amín propone además que es precisamente el carácter marginal de la Europa occidental lo que favoreció el desarrollo del capitalismo, pues en la zona oriental las culturas tributarias más consolidadas oponían mayor resistencia a un cambio estructural de tal envergadura.

El modelo puede aplicarse a otros continentes. En China, el confucianismo constituye una importante y longeva cultura tributaria, que sobrevive hasta nuestros días transmitiendo su impronta al capitalismo hoy imperante. Japón mientras tanto mantiene por largos siglos una cultura tributaria feudal hasta la irrupción del capitalismo.

Resulta interesante constatar que las culturas tributarias pueden asentarse en una base ideológica religiosa (cristianismo, islam, hinduismo) o laica (helenismo, confucianismo, budismo). El estudio comparado demuestra que las segundas son capaces de aportar coherencia social, respeto a la racionalidad y una ética humanista sin incurrir en general en los excesos de dogmatismo e intolerancia que caracterizan demasiadas veces a las primeras.

La cultura del capitalismo: eurocentrismo e involuciones culturalistas

Con el Renacimiento se inician dos procesos íntimamente conectados: un cambio de modelo económico y la expansión colonial, pero paralelamente se produce también un cambio esencial en la mentalidad de los europeos, con el nacimiento de un sentimiento de superioridad cultural que acabará cristalizando en una teoría de la historia universal y un proyecto político mundial. Sin embargo, la pretendida “unificación” de acuerdo con ese proyecto tropieza enseguida con una realidad incontestable, que no es otra que la “polarización” progresiva del sistema mundo a medida que el proceso avanza, entre centros bien dotados y periferias en decadencia imparable.

La ideología dominante trata de obviar esta situación penosa, que obliga a cuestionar el orden impuesto, y lo hace de varias formas. En primer lugar, oscurece la propia naturaleza y mecánica del sistema económico, presentándolo como natural e inevitable. Construye además un relato mítico sobre su origen, que resulta de una especificidad cultural europea. Por último se niega a considerar el carácter global del proceso, atribuyendo el “fracaso” de las economías periféricas a rasgos suyos particulares, en lo que el racismo es un aliado esencial.

Frente a estos planteamientos, el Tercer Mundo ha reaccionado sobre todo con un rechazo del eurocentrismo ideológicamente impuesto, que se materializa en lo que Amin denomina un “eurocentrismo inverso”. De esta forma, el debate se convierte en un duelo entre dos culturalismos, dos visiones cerradas, que compiten reivindicando una superioridad provinciana y fundamentalista. El análisis desarrollado en el libro demuestra que lo que late en el fondo de ambos esquemas es una defensa de especificidades irreductibles e historias inconmensurables entre sí. Se trata de un diálogo de sordos en el que lo razonable sería definir los elementos de una cultura auténticamente universal.

A este empeño está dedicada la última parte de la obra. Un aspecto esencial que se concluye es que una teoría social universalista debe tener como base un modelo económico del capitalismo real, que considere su carácter impulsor y agudizador continuo de desigualdades a nivel global. Habida cuenta de que ante esta situación de deterioro progresivo Occidente es un enemigo encarnizado de cualquier intento de enderezar el rumbo, la única alternativa viable resulta ser para Amin la desconexión de las naciones del Tercer Mundo del sistema económico global.

Este proyecto de desconexión, descrito extensamente ya en el libro de 1985 antes citado, según su autor “no es sinónimo de autarquía o de intentos absurdos de ‘salir de la historia’. Desconectar es adaptar las relaciones con el exterior a las exigencias prioritarias del propio desarrollo interno.” El cambio de políticas económicas para subordinarlas a los intereses de la gente va a implicar siempre la renuncia al pago de las deudas injustas e ilegítimas que lastran las economías del Tercer mundo, y ha de estar apoyado por amplios movimientos sociales, sin cuya lucha democrática los intereses oligárquicos difícilmente serán derrotados. No es menos importante por último la componente ideológica del proceso, que implica “desconectarse” del materialismo y consumismo impuestos por el capital.

En el contexto que hallamos hoy en el mundo, de capitalismo depredador e imperialismo militar a su servicio, la dirección de avance sólo podrá ser hacia un nuevo orden internacional que consagre una estructura multipolar dispuesta a respetar todas las vías democráticas que los pueblos elijan para sí mismos. En opinión de Amin, el papel de Europa en esta coyuntura debería basarse en un no alineamiento que promoviera un universalismo real contra la barbarie capitalista eurocéntrica. La opción no es fácil, pero como él señala en un momento: “El socialismo está al final de ese largo túnel”.

Blog del autor: http://www.jesusaller.com/. En él puede descargarse ya su último poemario: Los libros muertos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

martes, 23 de abril de 2024

China critica que se cuestione el derecho de Palestina a ser miembro de la ONU


 

NACIONES UNIDAS, 18 abr (Xinhua)

El representante permanente de China ante la ONU, Fu Cong, criticó el jueves, con vehemencia, a los países que cuestionan la elegibilidad de Palestina para ser miembro de la organización mundial bajo la Carta de las Naciones Unidas, haciendo hincapié en que la condición de Estado es un "derecho nacional inalienable" del pueblo palestino.

Durante su declaración, tras la votación en la que Estados Unidos vetó un proyecto de resolución para la plena adhesión de Palestina a la ONU, Fu expresó su profunda decepción.

"Hoy es un día triste", porque el veto estadounidense ha truncado sin piedad "el sueño de décadas del pueblo palestino", remarcó.

El diplomático chino destacó la contradicción de los argumentos presentados por algunas naciones sobre la capacidad de gobierno de Palestina.

"La afirmación de que el Estado de Palestina no tiene capacidad de gobierno no se ajusta a la realidad sobre el terreno", dijo, señalando cambios significativos en los últimos 13 años, incluida la expansión de los asentamientos en Cisjordania.

"El espacio de supervivencia de Palestina como Estado se ha reducido constantemente, y los cimientos de la solución de dos Estados se han erosionado continuamente", añadió Fu, quien condenó lo que describió como "lógica gansteril que confunde el bien y el mal".

Además, el representante permanente condenó las implicaciones realizadas por algunos países que cuestionan que Palestina sea un Estado amante de la paz, un criterio para ser miembro de la ONU. "Tal acusación es escandalosa y va demasiado lejos", declaró.

Criticó también los cálculos políticos que hay detrás de la oposición a la plena adhesión de Palestina a la ONU, sugiriendo que si este es el motivo "sería mejor simplemente decirlo, en lugar de inventar excusas para revictimizar al pueblo palestino".

Sobre las implicaciones más amplias de negar a Palestina la plena adhesión, Fu argumentó que esta acción pone el carro delante de los bueyes, especialmente cuando "la parte israelí rechaza cada vez más claramente la solución de dos Estados".

Abogó por la entrada de Palestina como miembro de pleno derecho en la ONU como medio para concederle un estatus igual al de Israel, lo que, a su juicio, podría ayudar a crear las condiciones necesarias para la reanudación de las negociaciones.

"La rueda de la historia avanza, y la tendencia de los tiempos es irresistible", aseguró Fu, expresando su confianza en que "llegará el día en que el Estado de Palestina gozará de los mismos derechos que los demás Estados miembros de la ONU, y los dos Estados de Palestina e Israel podrán convivir en paz".

Fu reafirmó el compromiso de China de continuar sus esfuerzos y desempeñar un papel constructivo en la realización de esta visión, con la esperanza de un futuro en el que "los pueblos palestino e israelí puedan vivir con tranquilidad y felicidad".



Como hace 40 años, Nicaragua al centro de la lucha antiimperialista


Stephen Sefton
 (radiolaprimerisima.com)   15 abril/2024 

Desde los tiempos más antiguos, las guerras entre las naciones y los pueblos siempre han involucrado aspectos mucho más complejos que solamente las acciones estrechamente militares.

Es sabiduría común que el éxito militar requiere un uso eficaz de la guerra psicológica, la guerra comunicacional, la diplomacia, la tecnología, la organización logística y la producción industrial, entre otros elementos de la estrategia y su implementación operativa.

En el caso de Nicaragua, el triunfo del pueblo nicaragüense en 1979 liderado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional fue la continuación de la lucha del General Sandino para expulsar a los marines del país en 1934. Ambas victorias fueron ejemplos muy claros de la compleja combinación de esfuerzos en múltiples frentes de acción para lograr la victoria de la causa popular contra el imperio más poderosa y despiadada de la historia humana.

Las acciones de Nicaragua en defensa del Derecho

Este 9 de abril fue el 40 aniversario de que Nicaragua presentó en La Haya su demanda contra Estados Unidos, y el 8 de abril, en el mismo supremo tribunal del sistema de Naciones Unidas, se abrió el caso contra Alemania por su complicidad en el genocidio sionista en Palestina. De esta manera, Nicaragua ha vuelto a dar grandes y prácticas lecciones al mundo de la justicia de la lucha de los pueblos contra el imperio yanqui y sus gobiernos satélites.

Como el compañero doctor Carlos Argüello ha explicado, en relación al 40 aniversario, “este no fue un asunto aislado para Nicaragua: es un asunto que seguimos repitiendo y utilizando, ahorita, a favor de nuestros hermanos palestinos; pero es un recurso que abrió Nicaragua y que está ahí a la orden de la Humanidad”. En otro momento el doctor Argüello ha comentado que “40 años después, y este caso que estamos viendo, el de Nicaragua en contra de Alemania, es para mí francamente una continuación de toda la actuación jurídica que ha tenido Nicaragua en defensa del Derecho de los Pueblos a la No Intervención”.

En 1986 el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) tuvo un fuerte impacto en el contexto internacional y regional. Junto con otros acontecimientos y acciones, como la ofensiva militar de la Operación Danto, el proceso diplomático de Esquipulas y la negociación de los Acuerdos de Sapoá, la sentencia de La Haya de 1986 apoyó mucho para permitir al FSLN y al pueblo de Nicaragua llevar a cabo de manera exitosa un proceso de paz que culminó en las elecciones de febrero 1990 y la primera transición pacífica de gobierno entre fuerzas políticas opuestas en la historia del país.

Ahora, en un nuevo contexto internacional, el caso de Nicaragua contra Alemania por su complicidad en el genocidio sionista contra el pueblo palestino es otro aporte importante a la construcción de una nueva orden mundial más justa y democrática. Sea cual sea la resolución de la CIJ, el caso refleja la resoluta afirmación de la autoridad moral y la justicia aun ante la descarada falta de vergüenza de los criminales que dirigen los Estados Unidos y sus aliados, ahora que enfrentan un marcado declive de su poder e influencia en el mundo.

Toda la vida, como parte de su interminable guerra psicológica, Estados Unidos y sus aliados europeos han sido especialmente cínicos en aprovechar las horrorosas atrocidades cometidas por la Alemania nazi y el imperio japonés para camuflar sus propios innumerables crímenes contra la humanidad, durante siglos de genocidio y esclavitud y sus repetidas guerras de dominación.

El apartheid, el nazismo y el sionismo: criaturas imperialistas

Con mucha justicia se hace la comparación del genocidio sionista del pueblo palestino con las políticas genocidas de los alemanes nazis y sus colaboradores europeos contra los pueblos eslavos y las familias judías europeas entre otros. Y con toda razón nuestro Comandante Daniel ha observado “eso es el Nazismo, la expresión más desarrollada del capitalismo en Europa”.

Así que es saludable recordar –como lo ha hecho el Comandante Daniel– que las políticas genocidas eran comunes a todos los poderes europeos contra sus colonias en el mundo mayoritario. Como apuntó la filósofa francesa Simone Weil, la innovación de la Alemania Nazi fue aplicar esas mismas políticas genocidas coloniales a las propias poblaciones europeas. También vale la pena notar que la gran mayoría de los europeos colaboraban con las fuerzas alemanes nazis, especialmente en la masiva ofensiva contra la Unión Soviética.

Y esto es el fondo de la observación del doctor Argüello sobre la falsedad del Occidente cuando sus hipócritas dirigentes afirman su superioridad moral como defensores del derecho internacional, ya que –como él mismo dijo– Nicaragua puso “en evidencia, que Estados Unidos es falso que respete el derecho, que no eran razones de justificación de Derecho que impulsaban su política, sino estrictamente sus intereses económicos y monopolísticos. Eso es lo que nosotros pusimos en evidencia y que ha quedado en evidencia todo este tiempo. Cuando fuimos a la Corte hace 40 años, pusimos en evidencia por primera vez esa situación: Que no es cierto que aquí están defendiendo el derecho y la moral… ¡No! Nicaragua lo estaba haciendo, Nicaragua es la que estaba defendiendo el derecho”.

Vale la pena recordar que cuando Nicaragua presentó su caso en 1984, lo hizo en el mismo momento histórico que la ilegal agresión y ocupación del Líbano por el régimen sionista israelí y la guerra de terror contra Angola y Mozambique por las fuerzas terroristas del entonces régimen supremacista blanco de Sudáfrica. En ambos casos los países occidentales ignoraron los múltiples crímenes de lesa humanidad y violaciones del derecho internacional de parte de los regímenes de Israel y Sudáfrica de aquel entonces.

Paralelo entre las luchas de Palestina y Sudáfrica

En 1973, Naciones Unidas adoptó la Convención contra el Apartheid, o sea contra la aplicación sistemática de políticas racistas contra una población. La Convención se hizo efectiva en 1976. Pero los gobiernos de los países de la OTAN, a pesar de las sanciones impuestas por Naciones Unidas contra Sudáfrica, siguieron apoyando a su régimen racista.

De la misma manera que Estados Unidos y sus aliados apoyaban a la Contra para intentar destruir la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua, usaban fuerzas similares como UNITA en Angola y RENAMO en Mozambique para atacar e intentar destruir las revoluciones en aquellos hermanos países africanos. Sin embargo, la vigencia de la existencia de la Convención contra el Apartheid y las sanciones autorizados por la ONU, ayudaron a crear el contexto que conducía de manera ineluctable a la derrota del régimen abiertamente racista que gobernó Sudáfrica en aquel entonces. Por supuesto, el elemento decisivo fue la intervención militar cubana a favor de Angola con los aviones de combate soviéticos que destruyeron tanto la aviación militar sudafricana como sus fuerzas terrestres.

Fue la decisiva batalla de Cuito Cuanavale (un municipio del sureste de Angola, en la región fronteriza con Namibia y Zambia), entre diciembre de 1987 y marzo de 1988, la que quebró el poder militar sudafricano y forzó al régimen racista a reconocer que no iba a poder ganar la guerra contra sus países vecinos.

Tres años más tarde Nelson Mandela fue liberado y en 1994 asumió como Presidente de la Sudáfrica libre. Igual que el triunfo del pueblo nicaragüense, la victoria del Congreso Nacional Africano y su pueblo en Sudáfrica resultó de una compleja combinación de factores y fuerzas. Entre éstos, el categórico rechazo al sistema de apartheid por la enorme mayoría de la opinión mundial fue fundamental y se expresó de manera formal en las normas del derecho internacional establecidas por la Convención contra el Apartheid.

Ahora podemos ver un proceso similar en camino en relación a la lucha del pueblo palestino para su liberación e independencia. De la misma manera que los poderes occidentales protegieron al régimen racista de Sudáfrica y trataron como letra muerta la Convención contra el Apartheid, Estados Unidos y sus satélites han violado al Convención contra el Genocidio durante décadas, al no prevenir sino facilitar la insidiosa política de genocida en cámara lenta del régimen sionista contra el pueblo palestino.

La victoria del Diluvio

Ha sido la decisiva acción militar “Diluvio Al Aqsa” en octubre del año pasado, coordinada entre las diversas fuerzas armadas palestinas, que ha cambiado el equilibrio político-militar a favor del pueblo palestino. Ha llevado al primer plano ante el mundo entero la criminal naturaleza genocida del régimen israelí. Existe una fuerte correspondencia histórica entre la decisiva batalla de Cuito Cuanavale y la ofensiva militar palestina “Diluvio Al Aqsa”.

Como ha admitido Haaretz, el diario principal de los medios sionistas, Israel no ha logrado ninguno de los objetivos de su ofensiva contra Gaza:

֎ No ha logrado destruir la estructura política y militar de Hamas y sus fuerzas aliadas.

֎ No ha logrado liberar a los prisioneros en manos de las fuerzas palestinas.

֎ No ha podido asegurar la seguridad del territorio palestino ocupado ni alrededor de Gaza ni en la frontera con el Líbano, de donde han huido decenas de miles de colonos israelíes y sus familias.

֎ Y tampoco ha logrado mitigar el oprobio prácticamente universal provocado por la masiva destrucción indiscriminada de residencias e infraestructura vital, las masacres de miles de familias enteras, de miles de niñas y niños y ancianos, la destrucción deliberada de escuelas y hospitales, el asesinato de cientos de periodistas, docentes, médicos, enfermeras y paramédicos y la imposición deliberada de una hambruna contra la población civil de Gaza al impedir la entrada de alimentos y agua.

Todo indica que ahora el régimen sionista enfrenta una crisis existencial de la misma manera que el régimen racista de Sudáfrica hace 40 años. Solamente el apoyo incondicional –al menos por el momento– de parte de Estados Unidos y sus aliados mantiene a flote el gobierno del Primer Ministro Netanyahu.

Ha quedado demostrado que la ocupación sionista de los territorios palestinos es insostenible militar y políticamente. Solo queda por ver cuánto tiempo más y hasta qué punto los criminales dirigentes occidentales van a seguir negando los principios fundamentales del derecho internacional humanitario. No es un accidente que ha sido el gobierno de Sudáfrica el que presentó ante la CIJ la denuncia contra Israel por su genocidio del pueblo palestino.


La consecuencia de Nicaragua

El caso definitivamente contribuye a crear un contexto político y diplomático que aumenta las posibilidades para el pueblo palestino de lograr finalmente una medida de la justicia que se le ha negado durante más de un siglo: desde la infame Declaración Balfour de 1917 (dictada por el moribundo imperio inglés, que permitió el desalojo violento de sus tierras del pueblo palestino).

Tampoco es un accidente que ha sido Nicaragua quien juega un papel decisivo en este proceso motivada tanto por su propia historia como por su compromiso inquebrantable con el antiimperialismo.

El año pasado, cuando el Comandante Ortega otorgó al doctor Argüello la Orden Augusto C. Sandino en su Máximo Grado Batalla de San Jacinto, el Presidente Daniel recordó:

“Hoy conmemoramos (27 de junio de 2023) el aniversario del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, sentencia que conmovió los cimientos de los imperialistas, los conmovió, los sacudió, los exhibió como terroristas, como criminales. Un Estado terrorista es el Estado yanqui, el Estado más terrorista, que ha lanzado por todos lados agresiones, invasiones, ha sembrado muerte en todo el mundo. Es decir, el Estado yanqui es la expresión más desarrollada de los imperialismos de la Tierra”.

“Y nosotros los nicaragüenses retamos a Estados Unidos, lo retamos a que cumpla con lo que manda el Derecho Internacional, que empiece por cumplir con esta sentencia de la Corte que los manda a indemnizar a Nicaragua… ¡Cumplan! ¡Cumplan! Que cumplan, y entonces, bueno, se podrá empezar a creer en que Estados Unidos van a rectificar”.

 

El poder del patrón


 ESTADO ESPAÑOL :: 15/04/2024

FRANCISCO GARCÍA CEDIEL

Se supone (así nos dicen), que el Ministerio Fiscal defiende los derechos ciudadanos, aunque todo esto es hermosa literatura; la fiscalía también agacha la cerviz ante el poderoso

Acudí en la década de los 80 del pasado siglo a la proyección de la película “Los santos inocentes”, dirigida por Mario Camus y basada en la novela homónima de Miguel Delibes, y cuando Azarías, personaje representado magistralmente por Paco Rabal, ahorcaba al señorito que le había matado a su graja, la sala de cine en pleno prorrumpió en un estruendoso y prolongado aplauso.

Probablemente ahora no se hubiera producido una reacción del público parecida, tal vez en estos tiempos se hubiera generado un ominoso silencio y, a la salida del cine, los comentarios habrían girado sobre la condena de la violencia “venga de donde venga” o, las personas mas avanzadas socialmente, sobre lo “desproporcionado” de la respuesta del tal Azarías; total, por la muerte de un pajarraco…

¡Tomarse la justicia por su mano no es la solución! Afirmaría sin duda algún asesor de organización progre con presencia parlamentaria (es lo que le han dicho en la Facultad), y concluiría que “estamos en un estado de derecho” y que la justicia está para defender a las personas que tienen problemas similares.

Incluso, si es asesor de una opción algo más radical, aventuraría que aquello “era cosa del franquismo” pero que ahora los tiempos han cambiado ¡Si hasta los animales tienen derechos! Dirá muy serio.

Afortunadamente ni al director Mario Camus, ni a Paco Rabal, ni al propio Miguel Delibes se les puede llevar a la Audiencia Nacional por apología del terrorismo; desgraciadamente los tres han fallecido.

Conecto con mi mando el informativo y me dicen que, hoy en día, las relaciones laborales van como la seda. Hay tensiones, claro, pero contamos con los poderes públicos que amparan a la clase trabajadora. Supongo que tales mensajes tranquilizan a muchas personas, pero yo, aunque también he estado en Disneyland, tengo que salir de casa por razones laborales para enfrentarme a la realidad.

Dani es un joven sindicalista que por reclamar sus derechos fue despedido de la empresa en la que trabajaba (nada nuevo bajo el sol), pero, en vez de agachar la cerviz ante el poderoso como se acostumbra en estas tierras, no se conformó solo con demandar, sino que además decidió plantarse en la puerta de la sede de la empresa para repartir un folleto de su sindicato denunciando la actitud despótica de ésta.

La respuesta de los patronos, apellidados Cid por más señas, es propia del empresariado del siglo XXI: salieron a la puerta de su cortijo y agredieron a puñetazos a Dani y a otro compañero, de modo que hubo de presentarse el servicio de urgencia (en Madrid se llama SAMUR), que les atendió in situ y levantó informe de los daños sufridos por éstos.

Previa denuncia de los agredidos y para hacerlo breve nos situamos en la escena del juicio penal. Lo que comenzó como un sainete devino en esperpento, destacando la actuación estelar de la Fiscal que, no solo durante la vista hizo alarde de estar ausente, sino que terminó pidiendo la absolución de los empresarios argumentando únicamente que hay “versiones contradictorias” (sic). ¿Qué hubiera pasado si el agredido fuera el patrón?

Se supone (así nos dicen), que el Ministerio Fiscal defiende los derechos ciudadanos, aunque todo esto es hermosa literatura; la fiscalía también agacha la cerviz ante el poderoso, al contrario que nuestro entrañable Azarías.

Afortunadamente la Juez ha condenado a los Cid, entendiendo cabalmente que los partes de asistencia y lesiones de Dani acreditan que fue agredido por los citados “emprendedores” y, aunque su Señoría ha pasado de puntillas sobre las derivadas antisindicales del caso, la sentencia declara probada la agresión sufrida por ese trabajador ¡Algo es algo!

Con la modesta satisfacción de haber recibido la sentencia, enciendo de nuevo la televisión, me vuelven a contar que en el mundo del trabajo las cosas van cada vez mejor. Apago el aparato; voy a releer “Los santos inocentes”.

Francisco García Cediel


Texto completo en: https://www.lahaine.org/est_espanol.php/el-poder-del-patron